miércoles, 3 de noviembre de 2010

Príncipe y mendigo

Trabajo práctico optativo
Príncipe y mendigo

h    El trabajo se puede realizar en grupos de hasta cuatro integrantes. Se hará en tinta y correctamente presentado con carátula, abrochado o en folio, etc.
h    Atención con la presentación, ortografía y caligrafía.

  1. ¿Cómo es la infancia de Tom Canty?
  2. ¿Por qué algunos consideran a Tom diferente?
  3. ¿Cómo se genera el encuentro entre Tom y Eduardo?
  4. ¿Por qué se intercambian las ropas?
  5. ¿Qué experiencia tiene Eduardo fuera del palacio?
  6. ¿Quién defiende y rescata a Eduardo, luego de que escapara de John Canty?
  7. ¿Quién salva a Eduardo del viejo loco? ¿cómo lo hace?
  8. Resumir lo sucedido en el capítulo “Historia del buen Hendon”.
  9. ¿Por qué dice Tom no conocer a su madre? ¿Cómo se siente luego?
  10. ¿Qué objeto le pide el Lord Protector a Eduardo para verificar su identidad? ¿Dónde se lo encuentra?
  11. ¿Cuáles son las medidas que toma Eduardo una vez que se lo reconoce como rey?
  12. Escriba una breve enseñanza o moraleja que brinda esta historia.

El jardín secreto

Trabajo práctico obligatorio
El jardín secreto

h    El trabajo se puede realizar en grupos de hasta cuatro integrantes. Se hará en tinta y correctamente presentado con carátula, abrochado o en folio, etc.
h    Atención con la presentación, ortografía y caligrafía.

1. ¿Quién narra la historia?
2. ¿Cuál es el tema de la obra?
3. Hacer un breve resumen de la obra, teniendo en cuenta los sucesos más importantes
4. ¿Qué significa el jardín?
5. ¿Cuál fue el personaje que más te gustó? ¿Por qué?
6. ¿Qué importancia tiene en la obra el personaje de Martha?
7. Describe el capítulo que más te impactó.
8. ¿Qué significa que la obra empiece en invierno y acabe en verano? ¿Qué simbolizan estas estaciones?
9. ¿Qué valores se resaltan en la obra?
10. ¿Qué actitudes negativas deben cambiar Mary, Colin, mrs. Medlock y Archibald Craven? ¿Vale la pena esforzarse para cambiar de carácter o de actitudes en ciertas ocasiones?

miércoles, 13 de octubre de 2010

Trabajo práctico sobre La leyenda del rey Arturo, de Howard Pyle

Trabajo práctico optativo
La leyenda del rey Arturo, de Howard Pyle

  1. ¿Qué es una leyenda?
  2. ¿Qué enseña Merlín a Arturo durante su infancia?
  3. ¿Cómo reconoce Arturo su destino de rey?
  4. ¿Cómo conoce Arturo a Guinevere?
  5. ¿Por qué la mesa es redonda?
  6. ¿Cuál es el significado de los doce caballeros? ¿Por qué se reserva un asiento?
  7. ¿Cómo culmina la lucha contra los caballeros mágicos?
  8. ¿Quién es Morgana? ¿Cómo trata de eliminara a su hermano?
  9. ¿Qué es el Santo Grial y cuál es su efecto?
  10. ¿Cuál es la misión de Galahad? ¿La logra? ¿Cómo?
  11. ¿Dónde y por quiénes es criado Lancelot?
  12. ¿En qué consiste la traición de Lancelot?
  13. ¿Quién es Mordred? Buscar información acerca de otras versiones de la historia de este personaje.
  14. ¿Cómo muere Arturo? ¿Qué sucede con Excalibur?

Trabajo práctico sobre Abel Sánchez, de Miguel de Unamuno

Trabajo práctico obligatorio
Abel Sánchez, de Miguel de Unamuno

h    El trabajo se puede realizar en grupos de hasta cuatro integrantes. Se hará en tinta y correctamente presentado con carátula, abrochado o en folio, etc.
h    Atención con la presentación, ortografía y caligrafía.
  1. ¿Cómo es la relación entre Joaquín y Abel durante su infancia y adolescencia? ¿Qué hechos destaca el narrador?
  2. Mencione las referencias bíblicas que aparecen a lo largo de toda la novela.
  3. ¿Qué importancia tiene la Confesión? ¿Quién la escribe?
  4. ¿Cuál es la traición de Abel? ¿Cuál es el simbolismo en el nombre de Helena?
  5. ¿Por qué se casa Joaquín con Antonia? ¿Cómo es su relación?
  6. ¿Cómo justifica Joaquín a Caín? Resuma la nueva versión del pasaje bíblico según Joaquín.
  7. ¿Por qué Joaquín empieza a creer en Dios en el capítulo XII?
  8. Relea el discurso de Joaquín acerca del cuadro de Abel, ¿es sincero? ¿Por qué no puede decir lo que realmente piensa?
  9. ¿Qué piensa Abel acerca de los ortodoxos en el capítulo XVI? ¿Ustedes están de acuerdo con él?
  10. ¿Cómo reacciona Helena luego de enterarse del engaño de Abel?
  11. ¿Qué mensaje deja el capítulo XX?
  12. ¿A quién dedica la Confesión su autor?
  13. ¿Qué datos aporta el hijo de Abel acerca de su padre? ¿Por qué lo admira más a Joaquín?
  14. ¿Qué sentido tiene el capítulo XXVIII? ¿Qué mensaje debería haber entendido Joaquín?
  15. ¿Cuál es el motivo por el que Joaquín decide escribir Memorias de un médico viejo?
  16. ¿Cuáles son los problemas que suceden entre Joaquina y Helena?
  17. En el último capítulo, ¿Joaquín logra irse en paz? ¿Alcanza el perdón?

Guía de lectura de El mar en la piedra

Guía de lectura de El mar en la piedra,
de Lucía Laragione

1. ¿Por qué el libro se titula El mar en la piedra y no La piedra en el mar?

2. A partir de las ilustraciones interiores propone otros títulos para el libro, después de la lectura verifica si te siguen pareciendo adecuado.

3. Ahora bien, una historia con esclavos, ¿cómo puede relacionarse con una de piratas?

4. Señala si las siguientes frases se relacionan con Van Nielsen, Misson o Lewis:
h    "Defender la vida y los ideales obliga a hacer cosas muy dolorosas... Todos los hombres de Libertalia nos hemos visto alguna vez en la necesidad de matar."
h    "Entonces lo ven. Erguido en la popa, a la luz de los relámpagos, un hombre muy pálido, de largos y rizados cabellos. Viste de negro de pies a cabeza. Sus ojos fulguran. Un trueno precede a su voz."
h    "...no se puede quejar. Los sobrevivientes fueron vendidos a muy buen precio. Y ahora regresa a Holanda con el oro y con cinco negros que ha reservado para su servicio y el de sus amigos."
h    "Se cuenta que, siendo un niño pequeño, apareció misteriosamente una noche de tormenta en un barco pirata. Que al descubrirlo lo desembarcaron pero que el volvió una y otra vez al mar."

5.  Cuenta por qué Omayra piensa que la vida es injusta y por qué le dice a su hermano que no juegue con fósforos.

6. Reconstruye la vida de: Misson, Shako, o Sabalú (realiza un breve resumen)

7. Explica qué es Libertalia.

8. Señala en qué momentos aparece la piedra verde.

9. Indica en qué casos hay traición.

10. Describe al Conde de Jicaboa y al Duque de Calvo Zamora. Compáralos.

11. ¿Qué actitud tiene el padre de Omayra al principio y al final? ¿Por qué?

12. Busca ejemplos en toda la novela de cómo los humanos son tratados como bestias, por ejemplo: mercado de esclavos, collar con puntas, grilletes, marca de propiedad, inspección de dientes, hacinamiento, etc.


Guías de lectura sobre La tierra de las papas

Guía de lectura de La tierra de las papas,
de Paloma Bordons

1. ¿Qué impresión te ha producido el libro? ¿Hay algo que te haya llamado especialmente la atención?

2. ¿Por qué se titula La tierra de las papas? ¿Es sólo una alusión al alimento típico de Bolivia?

3. ¿Por qué está escrito en primera persona? ¿Por qué hay tres tipos de letra?

4. ¿Por qué es importante que los lectores conozcamos el pensamiento de Casilda en primera persona? ¿Tiene algún valor especial para la comprensión de la novela?

5. Los personajes que aparecen ¿son reales? ¿Existen personas como María y
Casilda, y gente como Tijeras y la Cacatúa? ¿Es posible la amistad entre dos chicas tan distintas como María y Casilda?

6. María en dos ocasiones se avergüenza del trato que ha dado a Casilda. ¿Cómo descubre que se ha equivocado y qué efecto produce en ella? ¿Cómo es Casilda como persona? ¿Tiene sus razones para pensar como piensa y vivir como vive?

7. ¿Te gustaría tener una amiga como Casilda? ¿Por qué crees que María se olvida de ella cuando va a estudiar al colegio angloamericano? ¿Crees que es normal olvidar a los amigos al cambiar de colegio o al encontrar unas actividades más divertidas?

8. ¿Qué efecto te ha producido el leer que Casilda iba a tener un hijo? ¿Te ha supuesto un impacto tan fuerte como a María?

9. ¿Qué efecto ha tenido en María su estancia en Bolivia? ¿Podría haber tenido una experiencia similar sin salir de España?

10. ¿Aporta algo a María creer en Pachamama?

11. ¿Estás de acuerdo con María cuando piensa en qué consiste ser mayor al final del capítulo 24? Casilda ha madurado mucho y va madurar más en poco tiempo. ¿Y María; ha madurado también con la misma experiencia?

12. ¿Cómo era María antes de ir a Bolivia y cómo es al volver de allí?

viernes, 3 de septiembre de 2010

Maestros del bajo

Hoy quiero mostrar dos ejemplos diferentes de bajistas... mis preferidos.
El primero es Javier Malosetti, un bajista de jazz, de larga tradición familiar en el género.
El segundo es Pedro Aznar, bajista de la legendaria banda Serú Girán, justo a Charly García y David Lebbon.



sábado, 28 de agosto de 2010

Simplemente Piazzola o algo de tango

Dos videos del gran compositor y músico Astor Piazzola. Esta es una música que se dirige directamente al alma, sin pasar por el cerebro





Luis Salinas, un guitarrista argentino

Unos de los mejores guitarristas del mundo es argentino. Él es Luis Salinas, un hombre muy humilde que aparece como la contracara artística de Maradona. Para mi es el héroe musical argentino y todavía no está demasiado valorado en nustro país, pero ha tocado con los ás grandes en distintos lugares del globo.
Les dejo algo para que lo conozcan...


Preludio obsesivo de Rata Blanca

Si alguien está aprendiendo a tocar la guitarra no se desanime y disfrute de un verdadero guitarrista... Quizá suba algunos de mis favoritos más adelante...

martes, 24 de agosto de 2010

TP Yerma / 4º año LOURDES




Trabajo práctico obligatorio sobre
Yerma de Federico García Lorca

El trabajo se puede realizar en grupos de hasta cuatro integrantes. Se hará en tinta y correctamente presentado con carátula, abrochado o en folio, etc.

Atención con la presentación, ortografía y caligrafía.


Acto I
  1. Observen la acotación del primer cuadro. ¿Dónde tiene lugar? ¿Qué ambiente se refleja? ¿Qué símbolos aparecen? ¿Qué importancia tiene el pastor?
  2. ¿Cómo es la relación entre Juan y Yerma?
  3. ¿Quién es María y por qué viene a casa de Yerma?
  4. ¿Dónde tiene lugar el segundo cuadro? Expliquen los diferentes puntos de vista de los personajes que salen al encuentro de Yerma.
  5. ¿Qué se revela de la relación entre Yerma y su marido en la conversación con la vieja? Hablen del significado del matrimonio en esta sociedad rural ¿Cuál es el papel de la mujer?
  6. ¿Cuál es la postura de Yerma frente a la sociedad que la rodea?

Acto II
  1. Expliquen el significado de la canción de las lavanderas y enumeren los diferentes símbolos. ¿Qué función tienen éstas en la tragedia? ¿Qué representan? ¿Cuál es el pecado más grave de Yerma según ellas?
  2. ¿Cuál es la mayor preocupación de Juan cuando habla con sus hermanas? ¿Qué le contestan ellas?
  3. La canción de Yerma presenta el progresivo aislamiento del personaje. ¿Qué elementos aparecen en la misma?
  4. Expliquen el significado del diálogo entre Víctor y Yerma. ¿Por qué se va Víctor?

Acto III
  1. Expliquen las palabras de la viaja primera: “No hay fuerza en el mundo como la del deseo”. ¿De qué tipo de deseo habla? ¿Cómo se conecta con el resto del drama?
  2. ¿Qué siente Yerma cuando cree que jamás tendrá un hijo?
  3. ¿Qué dice yema en cuanto a las relaciones sexuales y la procreación? ¿Por qué es su marido su “única salvación”?
  4. ¿A qué “idea mala” se refiere María cuando habla de Yerma? ¿Por qué no le gusta la romería?
  5. ¿Por qué decide hablar con la vieja pagana? ¿Qué efecto tiene sus palabras e Yerma? ¿Es lógica la reacción de Yerma?
  6. ¿Cuáles son las palabras de yerma después de matar a Juan? ¿Qué significado tienen?

lunes, 23 de agosto de 2010

Guías para los chicos de 1º año del BARTOLOMÉ

Chicos acá les dejo las guías que preparé hasta el momento.



Guía de Colmillo Blanco
         
1)      Escriba lo que sepa sobre los siguientes personajes: Bill Nutria Gris Kiche Boca el Tuerto Mit-sah el Hermoso Scott. Elegid uno de ellos y escribid su retrato.

2)      ¿Cómo es el primer encuentro de Colmillo Blanco con los hombres? Escríbalo en forma de monólogo como si fuera el lobezno el que lo contara es decir desde su punto de vista.

3)      ¿Qué sistema se utiliza para que los perros que tiran de los trineos corran? ¿Qué les parece?

4)      Explique cuál es el punto de vista del narrador. ¿Es siempre el mismo? ¿Hay algún cambio significativo a lo largo de la novela?

5)      ¿Cuáles son en vuestra opinión los momentos de mayor tensión de la novela? ¿Por qué? ¿Cómo consigue crearla y mantenerla el autor?

6)      ¿Se puede decir que Colmillo Blanco va evolucionando a lo largo de la historia? ¿Por qué?

7)      ¿Están humanizados los personajes de los lobos? Escriba algún ejemplo de la novela para justificar su respuesta.

8)      Diga si está de acuerdo con la siguiente afirmación y explique por qué: "La forma de ser de Colmillo Blanco es producto de las circunstancias que le ha tocado vivir."

9)      Busque en el diccionario el significado de las siguientes palabras: inexorable futilidad hirsuto oblongo abigarrado intangible taumaturgo ominoso infligir belfos infringir traílla horda y omnisciente.

10)  Narra brevemente los aprendizajes o actividades que comenzó a aprender Colmillo Blanco cuando llegó al campamento indio.

11)  ¿Cómo fue que Colmillo Blanco logró convertirse en guía del trineo de Mit-sah ?

12)  Explique brevemente como Smith el bonito o el bello, logró adueñarse de Colmillo Blanco y para que lo quería.

13)  Narre como fue la vida del lobo gris cuando Weedon Scott lo llevó a vivir con el..

14)  Explique lo sucedido cuando una noche entra el forajido Jim Hall a casa de  Scott.

15)  Relate el episodio en que Colmillo Blanco se encuentra con Collie y sus cachorros.

16)  ¿Considera usted que el medio ambiente hostil en donde se desarrolla la historia influyó en los acontecimientos? ¿Por qué?

17)  Relate brevemente  los sentimientos que te hizo sentir esta novela y cual es tu opinión sobre la historia en general.


TP Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne

Para chicos de 2º año de Secundaria del colegio Ntra. Sra. de Lourdes




Trabajo práctico obligatorio sobre
Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne
Edición bilingüe de Clarín

h    El trabajo se puede realizar en grupos de hasta cuatro integrantes. Se hará en tinta y correctamente presentado con carátula, abrochado o en folio, etc.
h    Atención con la presentación, ortografía y caligrafía

  1. ¿A qué género pertenece esta obra? ¿Qué elementos les permiten darse cuenta de ello?
  2. Realizar una síntesis acerca de la obra (en menos de 5 renglones).
  3. ¿Quién narra la historia? ¿Qué relación tiene con el profesor?
  4. Describan brevemente al profesor Lidenbrock.
  5. ¿Por qué les llama la atención a los personajes el antiguo manuscrito?
  6. ¿Qué intentan hacer para descifrar el manuscrito? ¿Cómo lo logran?
  7. ¿Cuál ha sido la causa de la quema de las obras de Arne Saknussemm?
  8. Narren brevemente el camino hacia el volcán.
  9. En la pág. 29 se habla de una teoría, ¿de qué se trata? ¿Resulta cierta?
  10. Si bien el profesor se equivoca de camino, ¿qué descubre en los túneles?
  11. ¿Cómo encuentran agua?
  12. En el capítulo MAR SUBTERRÁNEO, ¿qué descubrimiento realizan?
  13. ¿Cómo atraviesan el “Mar de Lidenbrock”?
  14. Luego de llegar a la orilla (RESTOS DE UN MUNDO ANTIGUO), ¿con qué se encuentran? ¿Es posible que esto sea verídico fuera de esta ficción?
  15. ¿Qué ocurre el 27 de agosto? Narren.
  16. ¿Cómo logran salir a la superficie?
  17. ¿Por qué los viajeros culminan su aventura en el sur, si se han dirigido hacia el norte?

No te salves...

Hermoso poema de Mario Benedetti, al leerlo en voz alta, tiene una fuerza impresionante.




NO TE SALVES 


No te quedes inmóvil al borde del camino 

no congeles el júbilo 

no quieras con desgana 

no te salves ahora 

ni nunca. 

No te salves. 




No te llenes de calma 

no reserves del mundo 

sólo un rincón tranquilo 

no dejes caer lo párpados 

pesados como juicios 

no te quedes sin labios 

no te duermas sin sueño 

no te pienses sin sangre 

no te juzgues sin tiempo. 



Pero si 

pese a todo 

no puedes evitarlo 

y congelas el jubilo 

y quieres con desgana 

y te salvas ahora 

y te llenas de calma 

y reservas del mundo 

sólo un rincón tranquilo 

y dejas caer los párpados 

pesados como juicios 

y te secas sin labios 

y te duermes sin sueño 

y te piensas sin sangre 

y te juzgas sin tiempo 

y te quedas inmóvil 

al borde del camino 

y te salvas 

entonces 

no te quedes conmigo.



domingo, 22 de agosto de 2010

Algo de Dalmiro Sáenz (ALGUIEN EN ALGÚN LADO)

Algo más para leer. A este autor lo acabo de conocer. Lo escuché narrado por Alejandro Apo y me encantó.
Recomiendo el programa de este locutor. Su programa va por radio Nacional AM 870 de 15 a 17 hs.
Se puede encontrar en el libro titulado Treinta treinta... A disfrutarlo!


ALGUIEN EN ALGÚN LADO

Por esa calle que corta Montes de Oca al mil y pico y corre hacia Dock Sur dejando a sus cos­tados un tendal de casas encaramadas sobre veredas altas, y que después, al llegar al Ria­chuelo, se abre en ese empedrado desparejo en donde de tanto en tanto crece algo de pasto como un símbolo de la postrer rebeldía de una pampa vencida, aplastada, oculta y ya ni siquie­ra olvidada -camina Juanjo. 
Camina despacio, como si se alejase sobre una distancia ya pisoteada por el desdén y la cos­tumbre, pero en realidad está cada vez más cer­ca de algún lado, que no es ese corralón de puer­tas de fierro en donde se ha detenido mientras suelta uno tras otro los botones del saco, ni tam­poco es esa otra casa que él ni siquiera ha mi­rado al seguir caminando con el saco abierto sobre la cintura, de donde asoma la culata de un Eibar 38 de caño recortado y que unos ins­tantes más tarde después de abrir una puerta y atravesar un patio y empujar otra puerta, llevará en su mano apuntando hacia adelante y el dedo curvado y alerta sobre la cola del dispa­rador.
-Andás de pesada muchacho -le dijo el hom­bre sin sacar los ojos del arma que lo apuntaba. -Sí, don Alejandro -contestó Juanjo.
-No estoy calzado -volvió a hablar el hombre señalando su cuerpo desarmado.
-¿Para quién trabajás, para Boglietti?
-Sí, don Alejandro.
-Yo te puedo pagar mucho más que Boglietti. ¿No querés trabajar para mí? -Sí, don Alejandro, después.
-¿Después de qué?
-Tengo que pegarle una biaba, me pagaron por adelantado.
Subió el brazo entonces, en un velocísimo mo­vimiento y golpeó varias veces con su revólver la cara que retrocedía, al principio pálida, des­pués sangrante, después parcialmente cubierta por las manos empapadas, que ahora bajaban ha­cia el bajo vientre tan dolorido, que cuando el zapato de Juanjo volvió a golpear ya el hombre había caído hincado balbuceando Insultos, que pronto se acallaron cuando la boca quedó con­tra el suelo como susurrando a la tierra la con­fidencia inútil de su odio.
Juanjo le abrió la mano sobre las baldosas del piso y luego machacó con el taco los dedos abiertos, después tomó el otro brazo que se ex­tendía dócil a lo largo del cuerpo sin concien­cia y lo dobló hacia atrás hasta el crujido.
Parado ahora junto al trabajo terminado, miró su propia violencia sobre las posiciones dispersas, del hombre que al día siguiente tam­bién miraría, pero ahora ordenado por las ma­nos cuya hacendosa, indiferente y mecánica ac­tividad, desplegada sobre la camilla y bajo las luces del hospital, habían tapado con yesos y con vendas no sólo ese desorden ya destruido sino también la espera del retorno de la forma, mientras la voz del hombre, que desde ese mo­mento ya era su patrón, hablaba con dificultad desde la almohada:
-Ya sabés Juanjo, quiero que sea hoy mismo me lo buscás a Boglietti y le hacés el doble de lo que me hiciste a mí.
-Sí don Alejandro -dijo Juanjo.
Había nacido Juanjo hacía más de veinte años, en algún lugar en donde el campo ya no era más campo y la ciudad todavía no era ciudad, en esa franja en donde el tiempo lento de las distancias lentas parecía titubear ante ese tiempo que avanzaba apresurado sobre el asfal­to y el empedrado de las primeras calles, y que los hombres como él, recién venidos de otro tiempo, habían asimilado con las manos alertas, dependientes de esas cinturas algo quebradas por el caballo que nunca montaron, y por el cuchi­llo que todavía llevaban como un derecho traído de hacía mucho, y por el revólver también lleva­do como un deber adquirido recién hacía poco.
Creció en ese rancho de chapas acanaladas, frente a los charcos de agua sucia alborotados durante el día por sus pedradas violentas, y que a la noche, algunas veces, cuando la luna los convertía en superficies de acero, templado co­mo los hombres también templados por esa mis­ma noche, Juanjo demoraba su sueño ante sus sueños.
Crecía como algo arisco, cobrizo y sin moti­vo, mientras merodeaba por los recodos de una vida enmarañada y áspera como él mismo. A los quince años lo tajeó al colorado Remondegui tras el veintiocho de un envido que hacía insuficiente el veintisiete que no soltó de la ma­no hasta después, ya en la calle, corriendo en la oscuridad, dejando atrás la sangre que goteaba del antebrazo y empapaba la mano que él había detenido en su trayecto a esa daga en el chaleco ahora tan inútil como ese cinco de copas y ese tres también de copas volcados sobre la mesa también volcada.
N o fue su primera sangre, pero sí su primera sangre castigada y desde ese trueque de violen­cia aceptó para siempre el intercambio de un precio que él intuía estipulado de muy lejos.
Más tarde empezó a alquilar su brazo y la órbita de su brazo y su tiempo y su presencia preventiva o vengadora y el temor a su revólver y a su cuchillo.
Ahora tenía un nuevo patrón y los “sí, don Alejandro” casi siempre eran precursores de algún dolor, que alguien en algún lado sufri­ría, mientras él -Juanjo para todos- cobraría los billetes equivalentes a ese derroche imper­sonal y eficiente de su fuerza contenida.
Un día la conoció, como algo suave y distinto demorado en sus ojos que habían demorado los otros ojos, marrones al principio y después tam­bién marrones, con algo despavorido y alerta como las gamas que nunca había boleado ni si­quiera visto o como la tierra levantada de la tierra por sus pasos sin rumbo sobre la tierra.
Casi no hablaron ese primer día y lo poco que dijeron fueron frases gastadas, ya dichas, ya es­cuchadas, como parte de un idioma extranjero de tan propio.
-Soy medio bruto para lo libro -dijo él, por­que ella le había dicho: “La patrona de mi hermana tiene una pared llena de libros.”
Después se callaban y no pensaban ni en la patrona, ni en la hermana, ni en la pared tapada por los libros, como si las palabras no tuviesen otra función que la de sostener la endeble ar­mazón de otros pensamientos, ajenos a los pen­samientos, que habían provocado esas palabras, que brotaban ahora, independientes de ellos mis­mos, como un hambre antigua no saciada que los precedía.
-¿Viste?
-Sí.  
Y se encontraban entonces, mirandose descon­certados, como si el escamoteo de todo lo no dicho fuese parte de esa eterna economía, de ese ahorro que la imagen impone a las palabras. Entonces se besaban, recién entonces.
La primera mentira que él le dijo fue que trabajaba en el puerto, después que ella le dijera:
-Pero para casarnos cómo vamos a hacer.
Y él siguió mintiendo, sin saber que no men­tía, porque los hombres son más lo que quieren ser que lo que son, mientras ella, con su mano dentro de la de él lo miraba desde el fondo de su confianza, mientras él, Juanjo, el hombre que era, miraba sin saberlo a ese hombre que pudo haber sido.
-Juanjo.
-¿Qué?
-Esta noche vení a casa.
-¿Para qué?
-Quiero que te conozcan.
-¿Quién?
-Todos, papá, mamá.
-Me vaya casar -dijo Juanjo una hora más tarde y don Alejandro lo escuchaba.
-¿Con quién?
Y ahora estaban los dos hablando como ese primer día, unidos ambos por una circunstancia ajena a ellos mismos, y cuando Juanjo dijo:
-No vaya trabajar nunca más en esto.
Don Alejandro contestó:
-Escuchame.
-Sí don Alejandro.
-Hace cuatro años que trabajás para mí, ¿no? Nunca te fallé, ¿no? Con la cana nunca tuviste problema, ¿no? Te pagué todos tus traba­jos, ¿no?
-Sí don Alejandro.
-Y me vas a dejar ahora, así, sin tiempo para buscarme otro, ¿eh?
Después sonrió y la mano aquella que desde hacía cuatro años se había movido ante los ojos de Juanjo en un único trayecto que empezaba en su bolsillo y terminaba unos cuantos centí­metros delante de él, con uno o dos billetes en­tre sus dedos, ahora estaba sobre su hombro co­mo algo muy cansado y tal vez triste.
-Andá nomás muchacho.
-Sí don Alejandro.
-Pero antes tenés que hacerme un trabajo.
-¿ Un trabajo?
-Sí el último. Tenés que darle la salsa a uno. Hoy mismo, ¿podés?
--Sí don Alejandro, y no se lo voy a cobrar.
-Es uno que trabaja en el frigorífico. Te voy  a dar la foto del carnet del sindicato. Lo vas a ubicar fácil, es un viejo, le decís que yo tengo que verlo y te lo llevás al galpón y ahí se la das.
-Sí don Alejandro.
El viejo titubeó un poco antes de entrar al galpón, con la sospecha no sólo en la cara sino también en los pies que se detuvieron y en las manos que se apoyaron asustadas en el marco de la puerta. Pero el empujón lo hizo avanzar y cuando balbuceó “Eh ... que ...”, ya estaba en el suelo sangrando por la ceja.
Cuando Juanjo terminó, todavía volvió a pa­tear le un poco más la cara como un artesano dando unos toques gratuitos al finalizar una obra. Después lo dio vuelta y pensó en don Ale­jandro y en la mano que todavía le parecía sen­tir sobre su hombro, entonces volvió a patear la cara del viejo y miró agradecido al incons­ciente testigo de ese sentimiento nuevo que lo invadía.
Ahora caminaba, bordeando el Riachuelo, es­perando la noche, saboreando el sonido que sus mismos pasos producían sobre los muelles mien­tras su sombra se extendía a veces sobre el agua. Después se detuvo y dejó caer primero el revól­ver y después el cuchillo, y se quedó mirando los círculos que las ondas formaban sobre la su­perficie, como si fuesen muchos algas huyendo hacia la nada y cuando las ondas fueron nueva­mente superficie, Juanjo siguió caminando ha­cia sí mismo.
Ella lo esperaba en la puerta y se abrazaron como apretando una felicidad usurpada de ellos mismos.
Una hora después sentados ya solos en la sala ella le dijo:
-A mamá le gustaste, la conozco.
-¿Y tu padre?
-No sé, ya tendría que estar, trabaja en el frigorífico.
Cuando sonó el teléfono, ya la cara de él se había endurecido. Una sonrisa triste le tironeó en la cara, como una cicatriz que desde ese mo­mento llevaría como profanando el dolor de ha­ber nacido.
-...qué?...sí!...en que hospital? Sí... sí voy para allá.
Cuando ella cortó ya el cuarto estaba vacío.
Por la calle Juanjo seguía caminando hacia un destino, se detuvo un momento y al respirar hon­do la noche entró en su cuerpo para siempre. Después siguió caminando alejándose de lo que no había sido y de las palabras que nunca llegó a oír.
-Sí mamá, recién hablaron, está en el hos­pital, creen que puede ser apendicitis.

Dalmiro Sáenz

Balada de la Primera Novia

Este es un texto muy bonito que lo he trabajado con mis alumnos y que, especialmente, le gusta mucho a las chicas


Balada de la Primera Novia
De "Crónicas del Angel Gris", por Alejandro Dolina.
    El poeta Jorge Allen tuvo su primera novia a la edad de doce años. Guarden las personas mayores sus sonrisas condescendientes. Porque en la vida de un hombre hay pocas cosas más serias que su amor inaugural.
    Por cierto, los mercaderes, los Refutadores de Leyendas y los aplicadores de inyecciones parecen opinar en forma diferente y resaltan en sus discursos la importancia del automóvil, la higiene, las tarjetas de crédito y las comunicaciones instantáneas. El pensamiento de estas gentes no debe preocuparnos. Después de todo han venido al mundo con propósitos tan diferentes de los nuestros, que casi es imposible que nos molesten.
    Ocupémonos de la novia de Allen. Su nombre se ha perdido para nosotros, no lejos de Patricia o Pamela. Fue tal vez morocha y linda.
    El poeta niño la quiso con gravedad y temor. No tenía entonces el cínico aplomo que da el demasiado trato con las mujeres. Tampoco tenía -ni tuvo nunca- la audacia guaranga de los papanatas.
     Las manifestaciones visibles de aquel romance fueron modestas. Allen creía recordar una mano tierna sobre su mentón, una blanca vecindad frente a un libro de lectura y una frase, tan solo una: "Me gustás vos." En algun recreo perdió su amor y más tarde su rastro.
     Después de una triste fiestita de fin de curso, ya no volvió a verla ni a tener noticias de ella.
    Sin embargo siguió queriéndola a lo largo de sus años. Jorge Allen se hizo hombre y vivió formidables gestas amorosas. Pero jamás dejó de llorar por la morocha ausente.
     La noche en que cumplía treinta y tres años, el poeta supo que había llegado el momento de ir a buscarla.
    Aquí conviene decir que la aventura de la Primera Novia es un mito que aparece en muchísimos relatos del barrio de Flores. Los racionalistas y los psicólogos tejen previsibles metáforas y alegorías resobadas. De ellas surge un estado de incredulidad que no es el más recomendable para emocionarse por un amor perdido.
     A falta de mejor ocurrencia, Allen merodeó la antigua casa de la muchacha, en un barrio donde nadie la recordaba. Después consultó la guía telefónica y los padrones electorales. Miró fijamente a las mujeres de su edad y también a las niñas de doce años. Pero no sucedió nada.
     Entonces pidió socorro a sus amigos, los Hombres Sensibles de Flores. Por suerte, estos espíritus tan proclives al macaneo metafísico tenían una noción sonante y contante de la ayuda.
    Jamás alcanzaron a comprender a quienes sostienen que escuchar las ajenas lamentaciones es ya un servicio abnegado. Nada de apoyos morales ni palabras de aliento. Llegado el caso, los muchachos del Ángel Gris actuaban directamente sobre la circunstancia adversa: convencían a mujeres tercas, amenazaban a los tramposos, revocaban injusticias, luchaban contra el mal, detenían el tiempo, abolían la muerte.
    Así, ahorrándose inútiles consejos, con el mayor entusiasmo buscaron junto al poeta a la Primera Novia.
     El caso no era fácil. Allen no poseía ningún dato prometedor. Y para colmo anunció un hecho inquietante:
    - Ella fue mi primera novia, pero no estoy seguro de haber sido su primer novio.
    - Esto complica las cosas  
-dijo Manuel Mandeb, el polígrafo-. Las mujeres recuerdan al primer novio, pero difícilmente al tercero o al quinto.
     El músico Ives Castagnino declaró que para una mujer de verdad, todos los novios son el primero, especialmente cuando tienen carácter fuerte. Resueltas las objeciones leguleyas, los amigos resolvieron visitar a Celia, la vieja bruja de la calle Gavilán. En realidad, Allen debió ser llevado a la rastra, pues era hombre temeroso de los hechizos.
    - Usted tiene una gran pena  -gritó la adivina apenas lo vio.
    - Ya lo sé señora... dígame algo que yo no sepa...
    - Tendrá grandes dificultades en el futuro...
    - También lo sé...
    - Le espera una gran desgracia...
    - Como a todos, señora...
    - Tal vez viaje...
    - O tal vez no...
    - Una mujer lo espera...
    - Ahí me va gustando... ¿Dónde está esa mujer?
    - Lejos, muy lejos... En el patio de un colegio. Un patio de baldosas grises.
    - Siga... con eso no me alcanza.
    - Veo un hombre que canta lo que otros le mandan cantar. Ese hombre sabe algo... Veo también una casa humilde con pilares rosados.
    - ¿Qué más?
    - Nada más... Cuanto más yo le diga, menos podrá usted encontrarla. Váyase. Pero antes pague.

     Los meses que siguieron fueron infructuosos. Algunas mujeres de la barriada se enteraron de la búsqueda y fingieron ser la Primera Novia para seducir al poeta. En ocasiones Mandeb, Castagnino y el ruso Salzman simularon ser Allen para abusar de las novias falsas.
     Los viejos compañeros del colegio no tardaron en presentarse a reclamar evocaciones. Uno de ellos hizo una revelación brutal.
    - La chica se llamaba Gómez. Fue mi Primera Novia
    - ¡Mentira!  
-gritó Allen.
    - ¿Por qué no? Pudo haber sido la Primera Novia de muchos.
    Entre todos lo echaron a patadas.
    Una tarde se presentó una rubia estupenda de ojos enormes y esforzados breteles. Resultó ser el segundo amor del poeta. Algunas semanas después apareció la sexta novia y luego la cuarta. Se supo entonces que Jorge Allen solía ocultar su pasado amoroso a todas las mujeres, de modo que cada una de ellas creía iniciar la serie.
    A fines de ese año, Manuel Mandeb concibió con astucia la idea de organizar una fiesta de ex-alumnos de la escuela del poeta.
    Hablaron con las autoridades, cursaron invitaciones, publicaron gacetillas en las revistas y en los diarios, pegaron carteles y compraron masas y canapés.
    La reunión no estuvo mal. Hubo discursos, lágrimas, brindis y algún reencuentro emocionante. Pero la chica de apellido Gómez no concurrió.
    Sin embargo, los Hombres Sensibles -que estaban allí en calidad de colados- no perdieron el tiempo y trataron de obtener datos entre los presentes.
    El poeta conversó con Inés, compañera de banco de la morocha ausente.
    - Gómez, claro  -dijo la chica-. Estaba loca por Ferrari.
    Allen no pudo soportarlo.
    - Estaba loca por mí.
    - No, no... Bueno, eran cosas de chicos.

    Cosas de chicos. Nada menos. Amores sin cálculo, rencores sin piedad, traiciones sin remordimiento.
    El petiso Cáceres declaró haberla visto una vez en Paso del Rey. Y alguien se la había cruzado en el tren que iba a Moreno.
    Nada más.
    Los muchachos del Ángel Gris fueron olvidando el asunto. Pero Allen no se resignaba. Inútilmente buscó en sus cajones algún papel subrepticio, alguna anotación reveladora. Encontró la foto oficial de sexto grado. Se descubrió a sí mismo con una sonrisa de zonzo. La morochita estaba lejos, en los arrabales de la imagen, ajena a cualquier drama.
    - ¡Ay, si supieras que te he llorado....! Si supieras que me gustaría mostrarte mi hombría... Si supieras todo lo que aprendí desde aquel tiempo...
    Una noche de verano, el poeta se aburría con Manuel Mandeb en una churrasquería de Caseros. Un payador mediocre complacía los pedidos de la gente.
    - Al de la mesa del fondo le canto sinceramente...
    De pronto Allen tuvo una inspiración.
    - Ese hombre canta lo que otros le mandan cantar.
    - Es el destino de los payadores de churrasquería.
    - Celia, la adivina, dijo que un hombre así conocía a mi novia...

     Mandeb copó la banca.
    - Acérquese, amigo.
    El payador se sento en la mesa y aceptó una cerveza. Después de algunos vagos comentarios artísticos, el polígrafo fue al asunto.
    - Se me hace que usted conoce a una amiga nuestra. Se apellida Gómez, y creo que vivía por Paso del Rey.
    - Yo soy Gómez  
-dijo el cantor-. Y por esos barrios tengo una prima.
    Después pulsó la guitarra, se levantó y abandonando la mesa se largó con una décima.
    - Acá este amable señor
    conoce una prima mía
    que según creo vivía
    en la calle Tronador.
    Vaya mi canto mejor
    con toda mi alma de artista
    tal vez mi verso resista
    pa' saludar a esta gente
    y a mi prima, la del puente
    sobre el Río Reconquista.

    Durante los siguientes días los Hombres Sensibles de Flores recorrieron Paso del Rey en las vecindades del río Reconquista, buscando la calle Tronador y una casa humilde con pilares rosados. Una tarde fueron atacados por unos lugareños levantiscos y dos noches después cayeron presos por sospechosos. Para facilitarse la investigación decían vender sábanas. Salzman y Mandeb levantaron docenas de pedidos.
    Finalmente, la tarde que Jorge Allen cumplía treinta y cuatro años, el poeta y Mandeb descubrieron la casa.
    - Es aquí. Aquí están los pilares rosados.
    Mandeb era un hombre demasiado agudo como para tener esperanzas.
    - No me parece. Vámonos.
    Pero Allen tocó el timbre. Su amigo permaneció cerca del cordón de la vereda.
    - Aquí no es, rajemos.
    Nuevo timbrazo. Al rato salió una mujer gorda, morochita, vencida, avejentada. Un gesto forastero le habitaba el entrecejo. La boca se le estaba haciendo cruel. Los años son pesados para algunas personas.
     - Buenas tardes  -dijo la voz que alguna vez había alegrado un patio de baldosas grises.
     Pero no era suficiente. Ya la mujer estaba más cerca del desengaño que de la promesa.
    Y allí, a su frente, Jorge Allen, más niño que nunca, mirando por encima del hombro de la Primera Novia, esperaba un milagro que no se producía.
    - Busco a una compañera de colegio  -dijo-. Soy Allen, sexto grado B, turno mañana. La chica se llamaba Gómez.
    La mujer abrió los ojos y una niña de doce años sonrió dentro suyo. Se adelantó un paso y comenzó una risa amistosa con interjecciones evocativas. Rápido como el refucilo, en uno de los procedimientos más felices de su vida, Mandeb se adelantó.
     - Nos han dicho que vive por aquí... Yo soy Manuel Mandeb, mucho gusto.
    Y apretó la mano de la mujer con toda la fuerza de su alma, mientras le clavaba una mirada de súplica, de inteligencia o quizás de amenaza.
    Tal vez inspirada por los ángeles que siempre cuidan a los chicos, ella comprendió.
    - Encantada  -murmuró-. Pero lamento no conocer a esa persona. Le habrán informado mal.
    - Por un momento pensé que era usted  
-respiró Allen-. Le ruego que nos disculpe.
    - Vamos  
-sonrió Mandeb-. La señora bien pudo haber sido tu alumna, viejo sinvergüenza...
     Los dos amigos se fueron en silencio.
     Esa noche Mandeb volvió solo a la casa de los pilares rosados. Ya frente a la mujer morocha le dijo:
    - Quiero agradecerle lo que ha hecho....
    - Lo siento mucho... No he tenido suerte, estoy avergonzada, míreme....
    - No se aflija. Él la seguirá buscando eternamente.

     Y ella contestó, tal vez llorando:
     - Yo también.
     - Algún día todos nos encontraremos. Buenas noches, señora.

     Las aventuras verdaderamente grandes son aquellas que mejoran el alma de quien las vive. En ese único sentido es indispensable buscar a la Primera Novia. El hombre sabio deberá cuidar -eso sí- el detenerse a tiempo, antes de encontrarla.
    El camino está lleno de hondas y entrañables tristezas. Jorge Allen siguió recorriéndolo hasta que él mismo se perdió en los barrios hostiles junto con todos los Hombres Sensibles.